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ELISABET BENAVENT

  • Autora: Elísabet Benavent
    Editorial: Suma de Letras
    Género: Romance contemporáneo
    Serie Horizonte Martina #2 Libros

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MARTINA CON VISTAS AL MAR

Martina trabaja en la cocina de un hotel y sueña con ser chef.

Martina ama a Fer, su antiguo profesor de cocina, desde hace ya diez años, o eso cree.

Martina recibe una sorpresa el día de su aniversario: Fer la invita a cenar a El Mar.

Martina tiembla cuando Pablo Ruiz, excéntrico chef del restaurante, se acerca a saludar.

Martina fantasea, teme, camina... Sabe que nada será igual a partir de ese encuentro.

MARTINA EN TIERRA FIRME 

Si te llamas Martina y te has enamorado perdidamente de Pablo Ruiz...
Si te has dejado llevar y te has soltado la melena...
Si juntos habéis hecho y dicho cosas que jamás imaginasteis...
Eres la protagonista de esta historia y tu vida está a punto de ser otra.
Quedarás a la deriva, perderás el norte,
y poco a poco estarás más lejos de tu hogar en tierra firme.
Después del éxito de «Saga Valeria», «Saga Silvia» y la trilogía «Mi elección», con más de 400.000 ejemplares vendidos, Elísabet Benavent pone el broche de oro a «Horizonte Martina», una bilogía que cuenta la historia de dos seres que caminan para encontrarse, aunque lo hagan en direcciones opuestas. Una historia de amor imparable, con luces y sombras, con secretos y contradicciones, un final de vértigo que te dejará sin palabras.

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Si quieres leer un libro y pasártelo bien y disfrutar del paisaje esta autora es segura, estos dos libros me encantaron y los recomiendo sin lugar a dudas.

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«Ella ya sabía lo que pasaba cuando se ilusionaba: 

nunca salía bien.»

-Ay, Martina, por Dios. – Se rio a carcajadas –. Fóllatelo y cómete su cabeza después, como las mantis religiosas.

 

 

—No eres como imaginé —dije casi sin pensar.

—¿Y cómo imaginabas que era?

—Decían que tenías un carácter explosivo. Te imaginaba dando voces por la cocina,amedrentando a tu equipo…, dando miedo.

—Un poco de miedo sí que te doy.

—Pero porque todo es tan… hippy, tú tan colega de todo el equipo… Creo que me vas a echar por repipi. Se apoyó en el muro y subió a mi lado. Palmeó mi pierna.

—No voy a echarte. En todo caso no te contrataré.

—¡Oh! —Levanté los brazos como si estuviera alabándolo—. Eso me tranquiliza mucho.

—¿Dónde te ves dentro de cinco años?

—Pues… —Le miré de reojo. Sus ojos claros miraban hacia el cielo de Madrid, que casi no devolvía la luz de ninguna estrella—. Trabajando contigo.

Frunció el ceño sin abandonar esa enigmática sonrisa de medio lado.

—¿Qué? —le pregunté.

—Has dicho conmigo…, no para mí.

—De eso va.

—¿Quieres ser mi socia? ¿Quieres participación en el negocio? —Y me pareció que aquello le resultaba muy gracioso.

—No lo sé. Albergo la esperanza de ser capaz de impresionarte.

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