El Pajaro Espino - Colleen Mccullough
DATOS DEL LIBRO
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Nº de páginas: 800 págs.
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Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
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Editorial: PUNTO DE LECTURA
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Lengua: CASTELLANO
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ISBN: 9788466308243
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Año publicación: 1977
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Temas: Narrativa
A través de la historia de tres generaciones de la singular familia Cleary, conoceremos una de las más bonitas historias de amor que se puedan contar. El personaje central es Meggie Cleary; empieza la novela el día de su 4º cumpleaños y acaba cuando tiene 58, según ella misma, en plena vejez.
Los Cleary son una familia humilde. Un matrimonio y sus seis hijos, 5 chicos y la más pequeña, la única niña, Meggie, que viven en Nueva Zelanda en condiciones de gran pobreza. Pero cuando más negro ven su futuro, un golpe de fortuna hace que Paddy Cleary se traslade con su mujer y sus hijos a Australia, a la población de Gilly, para trabajar en la hacienda de su rica hermana Mary Carson. Mary quiere que Paddy, su único –y por tanto obligado, que no querido- heredero, conozca, trabaje y ayude a mantener aquello que va a heredar.
Todos se integran perfectamente en la vida de Drogheda, la hacienda más importante y rica en muchos kilómetros a la redonda. Allí tendrán otros dos hijos. La vida del ganadero parece que a todos les sienta muy bien: cuidan el ganado, los caballos, esquilan a las ovejas, y Paddy gobierna al resto del personal con mano izquierda, pero con gran firmeza. Parece que hubieran nacido para ello.
Pero un personaje se introduce en sus vidas. Alguien que será muy importante, en diferente medida, para todos ellos: el padre Ralph de Bricassart, un joven sacerdote con gran ambición, pero que, desde el momento en que los conoce en la misma estación de tren a la que va a recibirlos, queda prendado de esta familia para siempre, en especial de la joven Meggie, que apenas cuenta 10 años.
Su relación con ella pasa por distintas etapas, desde amarla como un padre cuando era niña, hasta el amor de hombre cuando Meggie es adulta. Su amor es un amor prohibido, un amor imposible, pero será siempre un amor sin fisuras. Bueno, existe una “pequeña” fisura y esta fisura es Dios, o mejor dicho la Iglesia Católica. Dios y su Iglesia siempre estarán por encima de cualquier consideración.
Esta fisura sólo existe en el caso de Ralph. El amor de Meggie es incondicional, siempre en permanente lucha con su rival, la Iglesia, y, casi siempre, perdiendo, pues el adversario es difícil.
Esta historia es el hilo conductor, pero la novela abarca mucho más que esto, empezando por la relación entre Paddy y Fee Cleary, los padres de Meggie. Una relación que empezó de una manera un tanto forzada, pero que se irá consolidando, a su manera, a lo largo de los años. Tendrán muchos hijos, todos varones, menos Meggie, vivirán el dolor de la separación y de la muerte de muchos de ellos, pero seguirán adelante, con una fortaleza de carácter que sólo tienen aquellos que han sufrido tantas penalidades.
El desarrollo de la historia y en consecuencia, el final de la novela, es, nada más y nada menos, como tenía que ser. Me ha parecido una obra fantástica, completa y desarrollada y escrita a la perfección. De hecho han tenido que subtitularlo para que todos asociemos su lectura a la maravillosa serie que hizo llorar y disfrutar (no sé si en este orden) a millones de personas que la seguíamos. De esta manera garantizan el éxito del libro, cuando parece cuando parece que debería ser al revés.
Este es mi libro mas importante leído hasta la fecha creo me lo he reelegido mas de 12 veces y siempre que lo hago encuentro algo mas que descifrar, es el libro mas completo que me encontrado, del cual recuerdo su contenido y al cual te recomiendo a ojos cerrados porque encontraras todo lo que un buen libro debe tener, aquí te dejo un vídeo con el intro de la serie basada en la novela.
Meggie dejó el papel sobre la mesa y contempló con ojos muy abiertos, a través de la ventana, el tesoro de rosas de otoño del jardín. Perfumes de rosas, abejas de rosas. Y los hibiscos, las campanillas, los eucaliptos, las buganvillas encaramadas a gran altura sobre el mundo, los pimenteros. ¡Qué hermoso era el jardín! ¡Qué vivo! Ver crecer sus pequeños habitantes, y cambiar y marchitarse; y surgir otros nuevos, en un ciclo continuo y eterno.
Ya era hora de que Drogheda terminase. Sí; ya era hora. Dejemos que el ciclo se renueve con gente desconocida. Yo me lo hice todo; no puedo culpar a nadie. Y no puedo lamentar un solo instante del pasado.
El pájaro con la espina en el pecho sigue una ley inmutable; algo desconocido le impulsa a empalarse, y muere cantando. Cuando penetra la espina, no siente llegar la muerte; simplemente, canta y canta hasta que no le queda vida para emitir otra nota. En cambio, nosotros, cuando nos clavamos la espina en el pecho, sabemos lo que hacemos. Lo comprendemos. Pero lo hacemos. Lo hacemos a pesar de todo.